martes, 9 de enero de 2018

Instruye al niño en su camino



Deuteronomio 4:9-10
Proverbios 22:6
Efesios 6:1 al 4

Nuestro deseo como padres cristianos es ayudar a nuestros hijos a convertirse en hombres y mujeres de Dios. 

Queremos que sepan que el Señor tiene un plan para ellos, y que son responsables ante Él. Es muy importante que enseñemos a nuestros hijos desde muy pequeños estas importantes verdades, pues solo así su manera de pensar y sus decisiones serán conformes a los preceptos de la Santa Palabra de Dios.

Una de las cosas más importantes es enseñarles que parte de la voluntad de Dios, es que deben rendir cuentas al Señor por sus acciones.

Es preciso entender que, si nuestros hijos creen que su responsabilidad es solo con sus padres, cuando no estén con mamá y papá es probable que piensen que no tienen que responder ante nadie más.

Cuando nuestros hijos objeten nuestras decisiones, deberíamos instarles a que hablen directamente con su Padre celestial al respecto. Con el tiempo, desarrollaran la costumbre de hablar de cualesquiera cosas con Él. Créalo que esta enseñanza les guiara durante sus años de adolescencia y más allá.

Ahora bien: En vez de darles un rápido no a algunas de sus peticiones, deberíamos instarles a que en oración le pregunten a Dios sobre el asunto y qué quiere Él que hagan.

Debemos arriesgarnos a confiar en su intimidad con Dios y decirles que después de conversarlo con el Padre Celestial, cualquier decisión que decidan le apoyaremos. De esta manera no estamos dudando del Señor, y le estamos dando a nuestros hijos la oportunidad de practicar lo que le estamos enseñando: que son responsables ante Dios.

Entonces: Instruir en la piedad a nuestros hijos, comienza antes de que ellos tengan una relación personal con Cristo. Debemos continuar el proceso siendo modelos de rectitud toda la vida.

Los niños necesitan conocer el plan del Señor Jesucristo para ellos, y saber que son responsables ante Él. También necesitan padres que intercedan en oración a favor de ellos delante del Señor.
Recuerde sus hijos son su reflejo, ellos quieren imitarles, tenga mucho cuidado con sus acciones.

Un fuerte abrazo para todos ustedes, no olviden que les amamos y que son importantes para nosotros.

Bendiciones y hasta pronto.

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