martes, 10 de enero de 2017

OBEDIENCIA


Jesús dijo:
Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido
Juan 15:4-5,11.

¿Qué significa todo esto de permanecer?
Jesús usó la analogía de una vid para comunicar el elemento más importante de la obediencia a Él.

Nuestra obediencia debe crecer a partir de una estrecha relación con nuestro Señor Jesucristo.

De la misma manera que los pámpanos  producen frutos sólo cuando están conectados a la vida y se alimentan de ella, así también nosotros podemos producir los frutos de la obediencia sólo cuando estamos continuamente conectados a nuestro
Señor, alimentándonos y fortaleciéndonos.

Ese tipo de vida, una vida de continua dependencia en obediencia a Cristo, no sólo le agrada a Él, sino  que también produce un gran gozo en nosotros Juan15:11.

De manera que lo que estamos considerando no es una resignación mórbida a una vida de miseria a medida que cumplimos nuestras obligaciones con Dios, sino una vida que nos dará la mayor sensación de relación y satisfacción personal.

Esa sensación de satisfacción y nuestros frutos vienen en la medida en que en obediencia y por amor permanecemos en Cristo.

¿Cómo podemos de permanecer en Cristo?
Para vivir en una estrecha relación con Él debemos depender de Él cuando necesitemos sabiduría, fortaleza y dirección en la vida.

Para tener una relación íntima con Él no debemos aferrarnos deliberadamente a una actitud rebelde ni a una acción que sabemos deberíamos confesar y desechar.

La barrera a nuestra relación desaparecerá, y seremos perdonados  si confesamos nuestros pecados 1 Juan 1:5-10.

Permanecer también significa que escuchamos atentamente lo que Dios tiene que decirnos en la Biblia, no solamente obtener nuestra cuota diaria de lectura Bíblica para el día, sino Meditando en actitud de oración sobre lo que estamos leyendo.

De la misma forma en que mostramos respeto y amor por una persona que nos habla, escuchando  con cuidado y respondiendo,  también tenemos que hacer de nuestro tiempo de lectura Bíblica una ocasión para conocer a Dios.

Permanecer también quiere decir que dedicamos tiempo a expresarle al Señor nuestros más profundos pensamientos,  heridas, deseos y detalles de nuestra vida.

Él quiere que le hablemos sobre nuestros éxitos y sobre lo que nos avergüenza.

Por favor comprenda que Él está muy interesado en usted.

Bendiciones y hasta pronto