Necesitamos
ser discipulados
La
finalidad del Señor Jesús siempre fue y es clara en cuanto a las farsas
esperanzas que tenía el pueblo con relación a Él. Por tal motivo introduce de
manera simple práctica y sencilla, medios por los cuales el pueblo pueda
claramente comprender lo básico para así vivir con una esperanza segura.
El
Señor Jesús comienza a explicar que la fe sólo debe estar fundamentada en su
palabra.
El
pueblo de Israel mostraba por medio de sus actitudes y acciones que no creía lo
que los profetas decían con relación al Mesías
Es
necesario aclarar que algunos de ellos habían creído en Jesús, pero creían a
sus conveniencias. En pocas palabras, ellos querían que Jesús se adaptara a sus
expectativas tocantes a la manera como ellos querían ver al mesías, dejando a
un lado todo lo que habían aprendido desde el principio, e incluso ignorado las
enseñanzas de Jesús.
Claramente
vemos la evidencia de su negación tocante a creer y aceptar a Jesús tal y como
lo habían presentado los Profetas Tenemos pruebas en este mismo pasaje, porque
en el momento en que Jesús aclaró que la libertad que había venido a traerles
era libertad de sus pecados, inmediatamente se enfrentaron a él y quisieron
matarle Juan
8:59
Esto
nos debe hacer reflexionar seriamente sobre la necesidad de colocar nuestra fe
en lo que Dios ha revelado de sí mismo a través de su Palabra, y no en lo que
surge de nuestra propia imaginación. Porque fácilmente podemos seguir a un
Jesús a quien hemos creado en nuestra conciencia religiosa, pero que nada tiene
que ver con su verdadera identidad. En ese caso, por mucha fe que tengamos, no
servirá de nada. Será simplemente una mera profesión sin ningún valor para
salvarnos.
La
segunda cosa que el Señor les explicó es que la verdadera fe es perseverante:
si vosotros permanecéis en mi palabra. Es relativamente fácil comenzar una
nueva experiencia religiosa impulsada por el acaloramiento del momento, pero
cuando empiezan a apagarse esas emociones, cuando se disipa la novedad y el
diablo comienza a tentar con obstinación, sólo los verdaderos creyentes
perseveran. Así se refirió el Señor a ellos en la parábola del sembrador: Lucas
8:15 Más la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
La
prueba de que la fe es auténtica se demuestra por la permanencia en la Palabra
de Dios. Lo que el Señor les estaba diciendo a aquellos que creían en él era
que su futura lealtad a su enseñanza demostraría la realidad de su profesión.
De otra manera, si no perseveraban en la fe, no habría que pensar de ellos que
habían perdido la fe, sino más bien que su fe no había sido auténtica desde el
comienzo.
Y lo
tercero que el Señor les quiere dar a entender es que creer en él implica
necesariamente entrar en una relación de discipulado. Y un discípulo verdadero
es aquel que profundiza constantemente en la verdad revelada en su Palabra, se
somete a ella y hace de ella la norma de su vida. En este sentido es
interesante notar que en el libro de los Hechos, los primeros creyentes fueron
conocidos como discípulos Hechos
9:10;26
Seguramente, una de las mayores necesidades del pueblo de Dios en este tiempo sea
el convertirnos en discípulos de Jesús.
¿Quiere usted ser Discípulo de Jesús?
Bendiciones
y hasta pronto