domingo, 28 de enero de 2018

Nuestro Alimento Espiritual



Bien venidos sean todos mis muy apreciados y queridos hermanos Dios Bendiga vuestras vidas y les conceda paz y sabiduría. 

Continuamos con el estudio de hoy
Primer ciclo
Elementos fundamentales de su fe
Curso D: Cristo y la cruz
Lección 3:  La cruz: un símbolo del amor supremo.
Lección 3, sección 2
objetivos:  Al finalizar esta sección de la lección 3, usted, como estudiante, debe ser capaz de:
A.        Entender la correlación entre el carácter de Dios y su castigo obligatorio por causa del pecado.
B. Identificar las tres razones por las cuales la cruz de Cristo refleja el amor de Dios.

Bastante a menudo me encuentro con personas que preguntan: Bueno, si Dios puede hacer cualquier cosa que Él quiera, ¿por qué no pudo haber dicho, simplemente al mirarnos… ustedes están perdonados? ¿Por qué tenía que morir su único Hijo?

Esta es una buena pregunta. Después de todo, Dios tiene el derecho y la autoridad para hacer una declaración así. Entonces, ¿por qué no lo hizo?

Es preciso comprender que Dios es un Dios de justicia y santidad. Dígalo en voz alta: Dios es un Dios de justicia y santidad.

Este es un aspecto importante que repetiremos varias veces. Su justicia exige un castigo por el pecado, y ese castigo, según la Escritura, es la muerte. Romanos 6:23 Si Él sencillamente ignorara la culpabilidad del hombre, esto sería para Él un acto contrario a su propia naturaleza, lo cual es algo que Él no puede hacer ni hará. 

Dios no puede eludir su justicia; éste es un aspecto importante de su carácter mismo. Después de todo, si negara su propio carácter, Él cambiaría; y la misma Escritura dice que Él es el mismo ayer, hoy y mañana. Hebreos 13:8 Por esta razón, su justicia exigía que se pagara el precio apropiado por nuestro pecado.

Responda por favor ¿Falso o verdadero?
Debido a que Dios es justo e inmutable, no estuvo dispuesto a declarar el perdón sin un castigo por el pecado, aun a expensas de su propio Hijo.

Ahora bien, ¿dónde nos dejó a nosotros el castigo de Dios por el pecado, o sea la muerte?  Bueno esto es simple práctico y sencillo… nos dejó a todos en graves aprietos, porque todos nosotros somos totalmente culpables e impotentes delante de Dios.

Toda persona que haya pisado alguna vez esta tierra con la excepción de Jesús es culpable de pecado. Si alguien dice que no es pecador, la Escritura afirma claramente que éste se está engañando a sí mismo. 1Juan 1:8

Por esta razón, nosotros sabemos que somos culpables y no podemos hacer nada para merecer nuestro perdón y salvación.

En la primera de las lecciones de este trimestre se examinó a fondo el problema del pecado del hombre, el cual somos incapaces de resolver.
Y bien, para que Dios pudiera salvar a alguno de nosotros, alguien que jamás hubiera pecado… y quien no tenía que purgar ningún castigo por sí mismo, y que por lo tanto sería impecable y perfecto, tenía que estar dispuesto a llevar sobre sí la deuda de pecado del mundo entero. 

Por consiguiente, Jesucristo, el Hijo santo y perfecto de Dios, se ofreció a sí mismo voluntariamente.
Colgado en aquella cruz, Jesucristo tomó sobre sí mismo todo nuestro pecado, y permaneció solo, como el portador de nuestro castigo.

La ira total de Dios fue descargada contra Él, dejando sin ninguna condenación a cualquiera que haya aceptado a Jesús como Señor. Romanos 8:1y2

Estimado amigo, no piense ni por un momento que la salvación es barata. Todo lo que tenemos que hacer es invocar el nombre del Señor Jesús para ser salvos.

Sin embargo, el no haber tenido que pagar nosotros mismos el precio no significa que no fuera costosa. De hecho, la salvación es lo más costoso que el hombre haya conocido alguna vez; ésta le costó a Jesús todo.

¿Y cuál fue el resultado del acto de sustitución de Jesús? La Biblia testifica que el sacrificio de Cristo le brindó a toda la humanidad el perdón y la salvación universal. Significando esto que cualquiera puede ser salvo; todo lo que tiene que hacer es poner su fe en Jesucristo. 

Romanos 10:9 enseña este importante principio: Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Y Romanos 10:13 lo manifiesta con claridad: Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Pienso que la manera de declarar esto que a mí más me gusta, es la que usa el apóstol Pablo en Gálatas 1:4: [Jesús] se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo.

¿Se ha percatado usted de que su salvación fue una operación de rescate?
Esta es una imagen impresionante, porque todos nosotros podemos identificarnos con trabajadores de rescate heroicos que ponen en peligro sus vidas para salvar a aquellos que no pueden socorrerse a sí mismos.

De una forma muy elemental, esto puede ayudarnos a entender lo que hizo Jesús: Necesitábamos ayuda, y no podíamos socorrernos a nosotros mismos; Él era el único que podía rescatarnos, y, por esta razón, actuó a favor nuestro.

¿Por qué es la cruz el símbolo del amor supremo? Porque representa al hombre, a Jesucristo, quien renuncia a su vida y a su perfecta unión con Dios.

Representa el dolor que Él experimentó.
Representa el valor y el mérito con el cual Él miró a cada hombre y mujer.
Representa la carga que nos correspondía llevar a nosotros mismos.
Y representa la buena disposición de Cristo de recibir ese castigo, para que nosotros no tuviéramos que recibirlo. 
El amor de Cristo en la Cruz es la salvación y la sustitución que ella ofrece.  Él renunció a todo para que usted y yo pudiéramos salvarnos. Eso es amor.

¡Dígame! ¿Cuál de las siguientes No es una razón de que la Cruz simboliza el amor que Dios tiene por usted y por la humanidad?

A. Jesús se puso en el lugar de cada hombre y mujer y aceptó el pago por el pecado de ellos, en nombre de ellos.

B.        Jesús fue víctima del castigo cruel de los incrédulos.

C.        Jesús murió para que todos lo que le invocan y crean sean salvos, lo cual proveyó universalmente la salvación para todos los que la acepten.


D. Jesús padeció voluntariamente un dolor emocional, físico y espiritual para pagar una deuda que Él no debía.

Señor, era yo quien merecía colgar en esa cruz; fue mi pecado el que puso a Jesús ahí.  Gracias por el sacrificio amoroso, misericordioso y salvador de Jesucristo, quien llevó el peso de mi castigo, para que yo te pudiera conocer íntimamente como mi Padre celestial.  Gracias mi Señor, realmente eres importante para mí. Te amo… Oro a Ti Padre Santo, en el Glorioso y Santo Nombre de tu Hijo Jesucristo Mi Señor Salvador y Mediador Amen

Bendiciones y hasta pronto

domingo, 21 de enero de 2018

Nuestro alimento Espiritual




Sean todos bienvenidos a este su estudio de nuestro alimento Espiritual

Primer ciclo
Elementos fundamentales de su fe
Curso D: Cristo y la cruz
Lección 3:  La cruz: un símbolo del amor supremo 2da parte
Lección 3, sección 1

Introducción: Segunda Timoteo 2:15 Dice: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Es por esa razón que nosotros le instamos a completar cada tarea antes de avanzar a la siguiente lección.

Esta lección está organizada en dos secciones separadas que le ayudarán a incrementar al máximo su tiempo de estudio.

Lección 3, sección 1
Objetivos:  Al finalizar esta sección de la lección 3, usted debe ser capaz de:
A.        Comprender la importancia de la muerte substitutiva de Jesús en la cruz.
B.        Respaldar esa comprensión con la memorización de la Escritura.

Escritura
Lea 1 Timoteo 2:5-6
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

Lección 3
En la última lección, vimos que el sacrificio de Cristo en la cruz fue un acto totalmente voluntario.  

Dediquemos ahora un momento a examinar las razones por las cuales Él hizo este hermoso sacrificio.

Gálatas 1:4 nos revela que Jesús se dio a sí mismo voluntariamente por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo. La frase breve: por nuestros pecados, es inmensamente importante. Esta significa que la muerte de Jesús fue substitutiva y a nuestro favor.

Tal como hemos visto antes, nosotros éramos quienes merecíamos sufrir en la cruz. Sin embargo, Jesús llevó esta carga por nosotros, en nuestro lugar; Él fue nuestro sustituto.

Ser sustituto es ocupar el lugar de otra persona, realizar alguna tarea, o llevar alguna carga que está destinada a la otra persona. Esto es exactamente lo que Jesús hizo por cada uno de nosotros.

Ahora, esta idea de la sustitución es fundamental para la fe cristiana. Si excluimos este concepto, lo que nos queda es una simple religión, no el cristianismo. 

La religión es fría y sin vida; el cristianismo se fundamenta en una relación viva, activa y vibrante con una persona: Jesús.

Por esta razón, tómese un tiempo en la siguiente tarea en su diario, para pedirle a Dios que se manifieste a usted por medio de ciertas referencias bíblicas.

Lea los siguientes pasajes de la Escritura, y ponga por escrito en su diario lo que usted piensa de cada uno. Concentre su atención en el tema recurrente de Jesús como nuestro sustituto en la cruz. 

Después de haber reflexionado sobre cada uno de los pasajes, escoja el versículo que le causó la mayor impresión y memorícelo.
          Isaías 53:4 al 6
          Juan 1:29
          Mateo 20: 25 al 28
          Romanos 5:6 al 11
          2 Corintios 5:21
          1 Timoteo 2:5 y 6
          1 Pedro 2:21 al 25
          1 Pedro 3:18
          1 Juan 2:1 y 2

Es un privilegio estudiar con ustedes estos temas importantes para nuestro crecimiento espiritual. No olvide que usted es creación de Dios.

Nos vemos la próxima Semana.
Bendiciones y hasta pronto

martes, 16 de enero de 2018

Glorifiquemos al Señor a pesar de…


2. Corintios 12:5 al 10

El apóstol Pablo entendía lo que significaba vivir bajo presión constante.
Según lo que podemos leer en sus epístolas, sabía mucho en cuanto a dificultades y sufrimientos. Pero estaba más instruido en la importancia de glorificar al Señor Jesús por medio de sus debilidades.

Podemos aprender de Pablo y de nuestras experiencias personales, que el preludio de una gran fortaleza es una gran debilidad. Nuestros momentos de mayor debilidad cuando nos sentimos más desesperados son precisamente los momentos en que Dios está libre de hacer su obra más grande en nosotros, dándonos su poder y su fortaleza.

Es en esas dificultades cuando susurramos: Padre, no puedo seguir adelante, y es precisamente el momento en que recibimos la mejor preparación y el mayor poder para soportar la adversidad y salir adelante con nuevas fuerzas.

La naturaleza humana clama por fuerzas, valentía y suficiencia para enfrentar los problemas de la vida.

Por esta razón, muchas personas evitan las pruebas severas y las experiencias difíciles para no tener que aceptar lo débiles que son en realidad.

Se dicen a sí mismas soy capaz de manejar la vida bajo las condiciones que he puesto; mis fuerzas son suficientes.

Pero nunca podremos entender el poder sobrenatural que va más allá de nuestros límites, a menos que lo experimentemos.

La única manera de tener la convicción de la suficiencia del Señor es soportar la debilidad y luego ser testigos de la fortaleza que surge de ella.

No importa lo que estemos pasando, existe un gran poder al alcance de los hijos de Dios. Simplemente reconozcamos nuestra necesidad de Él y sujetémonos a sus Preceptos  

Y por favor recuerde usted es creación de Dios.

Bendiciones y hasta pronto

lunes, 15 de enero de 2018

Nuestro alimento Espiritual


Este es nuestro estudio del domingo 14/1/18
Les pido disculpas por no publicarlo anoche, se hizo tarde.

Dispongamos este tiempo para que juntos lo estudiemos.

Primer ciclo
Elementos fundamentales de su fe
Curso D: Cristo y la cruz
Lección 2:  La cruz: un símbolo del amor supremo
Lección 2, sección 2
Objetivos: Al finalizar esta sección de la lección 2, usted debe ser capaz de:
A.        Entender el motivo del gozo de Jesús, incluso en medio del sufrimiento.
B.        Evaluar su propia actitud hacia los momentos de sufrimiento y dificultad personales.
C.        Contestar la pregunta: ¿Qué significa la cruz para usted?

Es igualmente importante notar que Jesús no encaró la cruz a regañadientes, sino con gozo.  Hebreos 12:2 describe a Jesús como el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz.

Quizá al leer este pasaje nos preguntemos: ¿Y qué es el gozo? Por supuesto que no hubo gozo cuando sus manos y pies fueron atravesados por los clavos, en tener que soportar la agonía de una corona de afiladas espinas, o en sufrir la vergüenza de un juicio público y una ejecución tan brutal.

El gozo se debió más bien a que Jesús pudo extender su mirada más allá de la cruz, y ver los resultados gloriosos para todo hombre y mujer en esta tierra. Él se regocijó porque sería el sacrificio expiatorio final para toda la raza humana.

Entonces… Cuando usted entiende la causa de la motivación del gozo de Jesús en medio de su sufrimiento, ¿cree usted que eso podrá cambiar su propia reacción ante la incomodidad, la dificultad y el sufrimiento?  Si es así, ¿cómo?

Ahora bien… aunque esto fue causa de gozo para Jesús, no debemos olvidar jamás que se trató indudablemente de un sacrificio doloroso y costoso. 

La gente suele excusar el dolor que Jesús soportó afirmando que su divinidad le confirió cierta ventaja, o sea una forma de evitar el dolor horroroso de esa dura prueba.

Yo respondo diciendo que Jesús realmente sufrió muchísimo más de lo que cualquier otro ser humano habría sufrido.

En primer lugar, el dolor físico habría sido inmenso, casi insoportable. Fue lacerado una y otra vez con un látigo que tenía trozos de piedra y vidrio incrustados en las correas; y su piel fue hecha trizas, hasta el extremo de que algunos informes indican que quien recibía una flagelación así difícilmente era reconocible como ser humano.

Después, se le obligó a soportar el peso de su propia cruz, a la cual fue clavado de pies y manos con bruscos y largos clavos metálicos. 

Finalmente, fue levantado en el aire, donde estuvo colgado debajo del ardiente sol. El peso de su propio cuerpo le impedía respirar, de tal manera que se veía obligado a impulsarse hacia arriba con sus pies perforados para hacer pasar el aire hasta sus agotados pulmones. Y ahí estaba suspendido, sangrando, jadeando, tambaleando de dolor, y muriendo lentamente. 

Debido a que era totalmente hombre, así como totalmente Dios, Jesús experimentó el dolor físico plenamente.

Aparte de este confinamiento físico, Jesús experimentó momentos inauditos de angustia espiritual.

Recuerde que Jesús había existido por la toda la eternidad en perfecta unidad con Dios el Padre y el Espíritu Santo.

Jamás hubo un solo momento en el que Jesús y el Padre no fueran Uno. Sin embargo, en la cruz, la Escritura nos da a conocer que todo el pecado del mundo… cada pecado cometido por cada persona desde el comienzo hasta el fin del tiempo… fue colocado sobre Jesús. 2 Corintios 5:21 Todo ese pecado fue concentrado y puesto solo sobre este hombre, el único hombre verdaderamente inocente en la historia humana.

En aquel momento, Jesús experimentó, por primera vez, la separación total de Dios. Fue entonces cuando clamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Marcos 15:34 indudablemente, el dolor de esta separación fue más intenso de lo que usted o yo podríamos imaginar.
Jesús no fue, desde luego, una víctima; Él sabía lo que estaba haciendo, y sabía por qué era necesario hacerlo.

En la última lección estudiamos Colosenses 1:15 al 20, donde se presenta a Jesús como la fuente creadora y sustentadora de toda la creación.

Estimado amigo, alguien que pudiera crear, sustentar y juzgar al mismo mundo no puede nunca ser una víctima.

Él lo hizo voluntariamente; y lo que es más importante, lo hizo por usted.

Por consiguiente… Antes de pasar a la lección siguiente, responda esta pregunta: ¿Qué significa la cruz para usted?

Estimado y muy amado hermano y hermana quiero decirles que ustedes son muy importantes para nosotros… Jamás lo olviden. Un fuerte abrazo.

Bendiciones y hasta pronto

viernes, 12 de enero de 2018

¿Confía usted en el Todo Poderoso?


Romanos 8:35 al 39

¿Serán necesarios los cambio?
¿Qué tan importante es para usted confiar en el Señor nuestro Dios?

A veces pienso que, si se resolviera algunos pocos asuntos, mis días serían más tranquilos. Pero, tan pronto como se solucionan esos problemas, surge uno nuevo. Incluso a nivel mundial ocurre lo mismo. La economía mejora, y después cae. Algunos conflictos políticos se calman, y luego estallan nuevas guerras.

Ahora bien, debido constante cambio y como vivimos en un mundo caído, es necesario que lo entendamos… los problemas son parte de nuestra realidad.

La vida nunca se calmará hasta el punto de que podamos vivir con una paz ininterrumpida.

Felizmente, Dios guía los pasos de quienes confían en Él aún en los momentos más críticos de la vida, Salmos 23. Él es el Buen Pastor que permanece siempre con sus cansados corderos.

Jesús prometió a sus discípulos: No os dejaré huérfanos, Jn 14:18. Y su promesa se cumplió en la persona del Espíritu Santo, quien fue enviado a vivir en cada uno de sus seguidores, con la firme intención de proveer los recursos necesarios para la vida, y a cuidar de ellos.

Pablo describió al Espíritu Santo como un sello colocado en los creyentes, hasta que sean llamados a su hogar celestial.

En otras palabras, Él es quien nos da una barrera protectora contra las fuerzas del mal que desean arrebatarnos de la mano de Dios.

En los versículos anteriores a la lectura de hoy, Pablo se refirió a sus destinatarios como hijos del Señor… leamos por favor Romanos 8:16. Por tanto, permítame ser muy claro en que la promesa de una presencia santa y protectora es solamente para quienes han recibido a Jesucristo como Salvador.

Nadie puede vivir sin problemas. Pero los creyentes tienen la garantía de un Compañero en las horas oscuras.

Usted puede tener la confianza de que el bien y la misericordia de Dios le rodearán hasta que vaya a vivir en su hogar Celestial para siempre Salmos 23:6.

No olvide Jamás que su misericordia traspasara lo más profundo de vuestras necesidades.

Bendiciones y hasta pronto

miércoles, 10 de enero de 2018

La sabiduría


Proverbios 2:1 al 7

Aunque el conocimiento es un bien preciado en el mundo, la sabiduría es aún más importante Proverbios 8:11. Dios quiere que veamos la vida desde su perspectiva, y que evaluemos todo de acuerdo con los principios Bíblicos.

Pero para ello, debemos buscar crecer en sabiduría; pues al igual que cualquier cosa valiosa, ella debe ser buscada y aprendida cuidadosamente de sus fuentes.

La primera fuente es la Biblia. Proverbios enseña que debemos prestar atención a las palabras de Dios, y guardar sus mandamientos en nuestro corazón Proverbios 4:20 al 22.

En estos días, la información se transmite de acuerdo con los intereses de las personas que la han preparado. La única manera de conocer la perspectiva correcta… es decir, la de Dios… es leer su Palabra y poner en práctica sus preceptos Proverbios 8:33.

Otra fuente de sabiduría es el consejo de personas temerosas de Dios Proverbios 12:15. Algunas veces, el Señor trae hermanos en la fe a nuestras vidas para brindarnos orientación Bíblica, aliento o corrección.

En el libro de Proverbios, quienes ignoran las palabras de una persona temerosa de Dios son etiquetados como insensatos.
Así que no sea usted insensato.
Rodéese de otros seguidores de Cristo que también estén buscando la sabiduría divina.

Nuestro Padre celestial asegura que quienes la busquen lo encontrarán a Él Proverbios 8:12 y 17. Los creyentes diligentes descubrirán que poseen un tesoro abundante: Además de una perspectiva piadosa, tendrán conocimiento, discernimiento y prudencia

Recuerde usted es importante para Dios y para nosotros.
Bendiciones y hasta pronto

martes, 9 de enero de 2018

Instruye al niño en su camino



Deuteronomio 4:9-10
Proverbios 22:6
Efesios 6:1 al 4

Nuestro deseo como padres cristianos es ayudar a nuestros hijos a convertirse en hombres y mujeres de Dios. 

Queremos que sepan que el Señor tiene un plan para ellos, y que son responsables ante Él. Es muy importante que enseñemos a nuestros hijos desde muy pequeños estas importantes verdades, pues solo así su manera de pensar y sus decisiones serán conformes a los preceptos de la Santa Palabra de Dios.

Una de las cosas más importantes es enseñarles que parte de la voluntad de Dios, es que deben rendir cuentas al Señor por sus acciones.

Es preciso entender que, si nuestros hijos creen que su responsabilidad es solo con sus padres, cuando no estén con mamá y papá es probable que piensen que no tienen que responder ante nadie más.

Cuando nuestros hijos objeten nuestras decisiones, deberíamos instarles a que hablen directamente con su Padre celestial al respecto. Con el tiempo, desarrollaran la costumbre de hablar de cualesquiera cosas con Él. Créalo que esta enseñanza les guiara durante sus años de adolescencia y más allá.

Ahora bien: En vez de darles un rápido no a algunas de sus peticiones, deberíamos instarles a que en oración le pregunten a Dios sobre el asunto y qué quiere Él que hagan.

Debemos arriesgarnos a confiar en su intimidad con Dios y decirles que después de conversarlo con el Padre Celestial, cualquier decisión que decidan le apoyaremos. De esta manera no estamos dudando del Señor, y le estamos dando a nuestros hijos la oportunidad de practicar lo que le estamos enseñando: que son responsables ante Dios.

Entonces: Instruir en la piedad a nuestros hijos, comienza antes de que ellos tengan una relación personal con Cristo. Debemos continuar el proceso siendo modelos de rectitud toda la vida.

Los niños necesitan conocer el plan del Señor Jesucristo para ellos, y saber que son responsables ante Él. También necesitan padres que intercedan en oración a favor de ellos delante del Señor.
Recuerde sus hijos son su reflejo, ellos quieren imitarles, tenga mucho cuidado con sus acciones.

Un fuerte abrazo para todos ustedes, no olviden que les amamos y que son importantes para nosotros.

Bendiciones y hasta pronto.

domingo, 7 de enero de 2018

El Alimento Espiritual.



Instituto Bíblico
Hola mis amados y muy apreciados hermanos… quiero desearle a todo en este primer domingo del año que Dios les bendiga y satisfaga vuestros anhelos… y que ustedes sean muy felices sabiendo que el Señor tomara el Control de sus vidas en este nuevo año.
Feliz Año para todos… un abrazo.
Ahora me gozo por el privilegio de poder compartir con ustedes este nuestro Alimento Espiritual.

Primer ciclo: Elementos fundamentales de su fe
Curso D: Cristo y la cruz
Lección 2:  La cruz: un símbolo del amor supremo Parte 1

introducción: Para ayudarle a usted a completar toda la lección cuando le sea posible, hemos dividido esta lección en dos secciones. Con el fin de renovar su mente con la Palabra de Dios y darle una visión exacta de Él, es muy importante que usted dedique tiempo a completar cada tarea antes de avanzar a la siguiente lección.

Lección 2, sección 1
Objetivos:  Al finalizar esta sección de la lección 2, usted debe ser capaz de:
A. Memorizar Gálatas 1:4, y descubrir la conexión de éste con el
concepto que usted tiene de Jesucristo y la cruz.

B. Entender la trascendencia del acto de muerte voluntario de Jesús en la cruz, como pago por el pecado de toda la humanidad.

Gálatas 1:1 al 5
Pablo, apóstol no de hombres ni por hombres, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos, y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios y del Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Lección 2
La gente por doquier tiene ideas opuestas acerca de la cruz.
Para algunos, se trata de un ornamento o pieza decorativa de joyería. 

Para otros, solo es un simple símbolo de alguna religión que ellos no entienden. No obstante, para los cristianos hay algo sentimental en cuanto a la cruz, y por buenas razones. 

Todos nosotros los que hemos conocido a Cristo como nuestro Salvador sabemos que el corazón de todo lo que creemos se halla representado en la cruz.

¿Cómo respondería usted si alguien le preguntara:
¿Qué significa la cruz para usted, personalmente? La respuesta a esa pregunta es lo que examinaremos a lo largo de esta y la lección siguiente.

En el pasaje Bíblico de hoy, el apóstol Pablo expone claramente lo que significa la cruz para él.  Refiriéndose a Jesús, él dice: el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. Gálatas 1:4.

Para Pablo, la cruz era un símbolo sobresaliente del amor supremo de Dios derramado sobre la tierra. Un aspecto clave que usted necesita reconocer aquí es que Cristo se ofreció a sí mismo voluntariamente como sacrificio. 

Gálatas 1:4 afirma claramente que Jesús se dio a sí mismo; es decir, que Jesús jamás se consideró a sí mismo como una víctima. 

Quizá pensemos en Él como la víctima de unos líderes judíos que se sentían amenazados, o de la fría política romana; pero Jesús nunca se consideró a sí mismo como tal.  Él sabía más bien que cada paso de su vida estaba fundamentado sólidamente en la voluntad de Dios el Padre.  Él dice en Juan 5:19: Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.

Memorice por favor Gálatas 1:4, y conteste esta pregunta en su diario: ¿Cómo cambia su concepto de Jesús y de la cruz sobre la cual Él murió, el hecho de saber que Él quiso dar su vida por usted?

Ahora bien, algunos sugieren incluso que Jesús fue una víctima de la voluntad de Dios el Padre, aunque esto sencillamente no es cierto. Pero no solo no es cierto, sino que no puede ser cierto.

Tal como usted recordará de las lecciones anteriores, no hay división entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada uno existe en completa y perfecta unidad. Si fue la voluntad del Padre, también fue claramente la voluntad del Hijo. Jesús quiso asegurarse de que entendiéramos que su sacrificio había sido voluntario. 

Revisemos por favor… Juan 10:9 al 18 donde Él explica su papel como el buen pastor al dar a conocer lo siguiente: Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas... conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas...  Nadie me la quita [mi vida], sino que yo de mí mismo la pongo. vv. 11, 14 y 15, 18 Su sacrificio no fue la consecuencia inesperada de un ataque, sino la voluntad perfecta de Dios.

Selección única: La muerte voluntaria de Jesús en la cruz demuestra que Él...


A.      fue la expresión final del amor de Dios por cada uno de nosotros.
B.      quería morir.
C.      estaba bastante convencido de que esto era lo que el Padre quería que Él hiciera.

Responda y explique: ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Y por favor jamás olvide que usted es muy valioso para nosotros. Le amamos… estamos orando por usted. Si necesita una oración especifica comuníquese con nosotros al correo alberto19betancourt@gmail.com

Bendiciones y hasta pronto.