Una vez más sean todos bienvenidos a
nuestro estudio de nuestro alimento espiritual. Continuamos con la Cruz en su
Cuarta lección.
Primer ciclo: Elementos fundamentales de
su fe Curso D: Cristo y la cruz
Lección 4: La cruz: una deuda liquidada
por completo
Introducción: ¿Qué hace que un
estudiante tenga éxito?
El Señor responde: Nunca se apartará de
tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para
que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito Josué 1:8.
Al estar dividida en dos secciones, esta
lección contiene tareas, las cuales le animamos a terminar antes de pasar a la
lección siguiente.
Lección 4, sección 1
Objetivos: Al finalizar esta sección de la lección 4,
usted debe ser capaz de:
A. Memorizar Colosenses 2:14
B. Entender la relación entre la muerte
de Jesús en la cruz y nuestra deuda de pecado.
Escritura
Lea Colosenses 2:13 y 14
Y a vosotros, estando muertos en pecados
y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados,
Anulando el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz,
Lección 4
Todos nosotros probablemente hemos
estado endeudados en algún momento de nuestras vidas. Ya sea una hipoteca, un
préstamo para un auto, u otro tipo de deuda material, nosotros entendemos lo
que significa deberle dinero o favores a alguien.
Dicho de la manera más sencilla, una
deuda es una obligación.
Si no podemos pagar, no solo nos metemos
en aprietos, sino que la deuda parece también crecer debido al aumento de
intereses y a la acumulación de cuotas atrasadas.
Sabemos que es muy importante pagar
nuestras deudas.
¿Usted se da cuenta de que cada uno de
nosotros tiene una grave deuda que no puede cancelar?
Es una deuda que hemos tenido toda
nuestra vida, pero que no es financiera o material. A lo que me refiero es a
una deuda espiritual, la cual es consecuencia del pecado en nuestras vidas, y
nadie… excepto Jesús… ha vivido una vida sin pecado. Romanos 3:23 A causa de esto, todos somos
deudores de Dios, y no hay forma de que podamos pagar lo que debemos.
¿Cómo podemos entonces hacerle frente a
esta deuda de pecado que tenemos?
En el pasaje de la Escritura de esta
lección, Colosenses 2:13 y 14, vemos al apóstol Pablo explicándoles a los
colosenses este asunto de una forma contundente y oportuna, y además haciendo
uso de un lenguaje comercial para mostrar con detalles vistosos este importante
asunto.
En tiempos del Nuevo Testamento, se seguía
un procedimiento sobrentendido para tratar con una deuda. Cuando una persona
contraía una deuda que no podía pagar, el prestamista anotaba todos los
detalles de la deuda en un documento, y el deudor lo firmaba. Posteriormente, la lista se colocaba en el
marco de la puerta de la casa del deudor, para que todos pudieran ver que éste
estaba endeudado. Cuando se liquidaba la deuda, el deudor quitaba la lista, o
la atravesaba con un clavo para anular aquel certificado de deuda.
Ahora bien, a la luz de esta enseñanza,
tómese unos minutos para volver a leer Colosenses 2:14 en una traducción
diferente, y memorícela: "Él anuló el expediente que contenía los cargos
contra nosotros, lo tomó y lo destruyó clavándolo en la cruz de Cristo".
¿Falso o verdadero?
Debido a que la muerte de Jesucristo
anuló la deuda de pecado que nosotros teníamos, podemos deducir que las
ataduras de pecado en nuestras vidas, y los restos de culpabilidad que han
quedado, también han sido suprimidos.
Básicamente, Dios miró nuestro
certificado de deudas, el cual contenía los mandamientos que habíamos
quebrantado y el pecado en nuestras vidas, y lo quitó de en medio.
Entonces… Él canceló nuestra deuda de
pecado atravesándola con un clavo, y dejándola vacía y sin validez sobre la
cruz.
¿Cuáles pecados, fracasos y deficiencias
serían incluidos en su Certificado de deudas?
Elabore su propio Certificado de deudas con Dios, y dele la gloria por
haber cancelado lo que usted debía, y no podía pagar.
Que el Señor nuestro Dios Bendiga
vuestras vidas y satisfaga el anhelo de nuestros corazones. Un abrazo mis
amados hermanos
Bendiciones y hasta pronto
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