domingo, 11 de febrero de 2018

Nuestro Alimento Espiritual



Sean todos bien venidos a este su estudio de nuestro Alimento Espiritual.

Lección 4, sección 2
Objetivos:  Al finalizar esta sección de la lección 4, usted debe ser capaz de:
A. Entender la relación entre la muerte de Cristo en la cruz y sus pecados en el futuro.
B. Entender cómo refleja la cruz la naturaleza amorosa y justa de Dios.

Algunas personas piensan que cuando alguien se convierte en cristiano, Dios solo le perdona los pecados cometidos hasta ese momento. Estimado amigo, es fundamental que usted entienda su perdón total en Jesucristo. 

En el idioma original del Nuevo Testamento, la forma verbal que se traduce como quitándola de en medio Colosenses 2:14, indica que esta fue una acción en el pasado cuyos resultados continúan en el futuro. Esto significa que Dios no solo lo perdona a usted hasta ese punto, sino que borra su pecado, y le da una naturaleza pura. Usted ha sido perdonado, tanto ahora como para siempre. 
1 Juan 1:9

¡Dígame! ¿Cómo cambia su concepto del carácter de Dios como su Padre el saber que Él hace mucho tiempo proveyó para el perdón de los pecados que usted no ha cometido aún?

Si yo tuviera que preguntarle cuál fue el motivo que Dios tuvo para enviar a Jesús como sacrificio por nuestro pecado, usted probablemente contestaría: El amor.  Y usted estaría en lo cierto.  Por supuesto que Dios se vio motivado por su amor enorme e inagotable hacia cada uno de nosotros. Juan 3:16 deja esto rotundamente claro: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Sin embargo, hay un segundo motivo que solemos pasar por alto: La justicia de Dios. Dios es santo y justo, y Él tuvo que actuar de acuerdo con su propia naturaleza justa.  Esto lo discutimos en la lección anterior al abordar la pregunta: ¿Por qué no pudo Dios simplemente haber dicho: Ustedes están perdonados, sin tener que enviar a Jesús?

Si no recuerda la respuesta a esa pregunta, vuelva y revise la lección 3 ahora mismo.

Teniendo en cuenta el amor y la justicia de Dios, vemos que Él tenía tres opciones en cuanto a cómo tratar con nuestro pecado.  En primer lugar, Él pudo haber dejado que su justicia anulara por completo su gran amor por nosotros.       Si este hubiera sido el caso, entonces no habría misericordia, ni socorro, ni salvación. Nos habríamos quedado solo con el castigo eterno debido a nuestro pecado. Tal como lo expresa Romanos 6:23, la paga del pecado es muerte.

En segundo lugar, Dios pudo haber actuado completamente por amor, sin tener en cuenta su justicia. Si así hubiera ocurrido, habríamos sido perdonados, ¿pero a qué costo? Si Dios hubiera ido en contra de su propia naturaleza justa, entonces el resultado habría sido la pérdida total de la ley moral en el universo. 

Tampoco nuestros actos habrían tenido ninguna consecuencia, porque no habría castigo por nuestro pecado. El mundo, por lo tanto, sería un lugar infernal, porque cada individuo andaría buscando solamente su propio bien, su propia gloria y su propio placer; y esto sería perfectamente aceptable, ya que no existiría ninguna razón verdadera para actuar de otra forma.

Entonces ¿Cuál de las siguientes afirmaciones describe correctamente la forma en que Dios se hizo cargo de nuestra deuda de pecado?

A. El amor de Dios puso el sello: Borrada en nuestra deuda de pecado, al transferir el pago por nuestra deuda de pecado a su Hijo.

B. El amor de Dios puso el sello: Perdonada en nuestra deuda de pecado al transferir el pago por nuestra deuda de pecado a su Hijo.

C. La justicia de Dios puso el sello: Sin solución en nuestra deuda de pecado, y no dejó manera alguna de hallar el perdón.

Por tanto, vemos que no pudo haber sido solo amor, o solo justicia. Por consiguiente, Dios hizo lo único que podría haber hecho, es decir, actuar de acuerdo con su amor y su justicia, y enviar a su único y perfecto Hijo, Jesús, a este mundo, con el objeto de encargarse de la deuda de nuestro pecado y liquidarla por completo. 

La decisión de Dios de depositar dicho pago sobre su propio Hijo se debió a que tenía que pagarse un precio por nuestro pecado, aunque también fue una expresión de amor que el mismo Dios pagara ese precio a favor nuestro.

Evidentemente, nuestra deuda de pecado nos dejó en un aprieto terrible. Teníamos una deuda sin posibilidad de pagarla nosotros mismos. Sin embargo, la Buena Nueva de la Escritura es que Dios ya pagó el precio por nosotros.  1 Corintios 6:10 al 20; 7:22 al 24. Si usted pasa por alto este punto, ha pasado por alto lo esencial de la Biblia.

¡Felicidades! Usted acaba de finalizar el primer ciclo de estudio completo.  ¡Su dedicación constante es verdaderamente una realización! A medida que continúe con su dedicación a lo largo de todo el segundo ciclo, mi oración es que cada vez que usted esté frente a su computadora para trabajar en una lección, Dios le hable de una forma real, oportuna y sorprendente. Espero con ilusión continuar con este viaje junto a usted en el inicio de este emocionante segundo ciclo: Cómo saber lo que usted cree.

Tarea
Antes de avanzar al segundo ciclo, usted debe dedicar algún tiempo a reflexionar seriamente sobre las cosas que hemos aprendido en este ciclo. Utilice su diario a medida que va consolidando dichas cosas en su mente. De la mejor forma posible y estrictamente de memoria, complete las siguientes oraciones:
1.         Yo sé que Dios me ama así no más como soy, porque...
2.         Sé que he sido perdonado, porque...
3.         Sé que he sido redimido, porque...
4.         Sé que he sido reconciliado, porque...
5.         Sé que he sido justificado, porque...
6.         Sé que he sido glorificado, porque...
7.         Sé que he sido hecho conforme a su imagen, porque...
8.         Dios es...
9.         Jesús es...
10.       El Espíritu Santo es...

Nos vemos la próxima Semana.
Bendiciones y hasta pronto


No hay comentarios: