Sean todos bien venidos a este su
estudio de nuestro Alimento Espiritual.
Lección 4, sección 2
Objetivos: Al finalizar esta sección de la lección 4,
usted debe ser capaz de:
A. Entender la relación entre la muerte
de Cristo en la cruz y sus pecados en el futuro.
B. Entender cómo refleja la cruz la
naturaleza amorosa y justa de Dios.
Algunas personas piensan que cuando
alguien se convierte en cristiano, Dios solo le perdona los pecados cometidos
hasta ese momento. Estimado amigo, es fundamental que usted entienda su perdón
total en Jesucristo.
En el idioma original del Nuevo
Testamento, la forma verbal que se traduce como quitándola de en medio Colosenses
2:14, indica que esta fue una acción en el pasado cuyos resultados continúan en
el futuro. Esto significa que Dios no solo lo perdona a usted hasta ese punto,
sino que borra su pecado, y le da una naturaleza pura. Usted ha sido perdonado,
tanto ahora como para siempre.
1 Juan 1:9
¡Dígame! ¿Cómo cambia su concepto del
carácter de Dios como su Padre el saber que Él hace mucho tiempo proveyó para
el perdón de los pecados que usted no ha cometido aún?
Si yo tuviera que preguntarle cuál fue
el motivo que Dios tuvo para enviar a Jesús como sacrificio por nuestro pecado,
usted probablemente contestaría: El amor.
Y usted estaría en lo cierto. Por
supuesto que Dios se vio motivado por su amor enorme e inagotable hacia cada
uno de nosotros. Juan 3:16 deja esto rotundamente claro: Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Sin embargo, hay un segundo motivo que
solemos pasar por alto: La justicia de Dios. Dios es santo y justo, y Él tuvo
que actuar de acuerdo con su propia naturaleza justa. Esto lo discutimos en la lección anterior al
abordar la pregunta: ¿Por qué no pudo Dios simplemente haber dicho: Ustedes
están perdonados, sin tener que enviar a Jesús?
Si no recuerda la respuesta a esa
pregunta, vuelva y revise la lección 3 ahora mismo.
Teniendo en cuenta el amor y la justicia
de Dios, vemos que Él tenía tres opciones en cuanto a cómo tratar con nuestro
pecado. En primer lugar, Él pudo haber
dejado que su justicia anulara por completo su gran amor por nosotros. Si este hubiera sido el caso, entonces no
habría misericordia, ni socorro, ni salvación. Nos habríamos quedado solo con
el castigo eterno debido a nuestro pecado. Tal como lo expresa Romanos 6:23, la
paga del pecado es muerte.
En segundo lugar, Dios pudo haber actuado
completamente por amor, sin tener en cuenta su justicia. Si así hubiera
ocurrido, habríamos sido perdonados, ¿pero a qué costo? Si Dios hubiera ido en
contra de su propia naturaleza justa, entonces el resultado habría sido la
pérdida total de la ley moral en el universo.
Tampoco nuestros actos habrían tenido
ninguna consecuencia, porque no habría castigo por nuestro pecado. El mundo, por
lo tanto, sería un lugar infernal, porque cada individuo andaría buscando
solamente su propio bien, su propia gloria y su propio placer; y esto sería
perfectamente aceptable, ya que no existiría ninguna razón verdadera para
actuar de otra forma.
Entonces ¿Cuál de las siguientes
afirmaciones describe correctamente la forma en que Dios se hizo cargo de
nuestra deuda de pecado?
A. El amor de Dios puso el sello:
Borrada en nuestra deuda de pecado, al transferir el pago por nuestra deuda de
pecado a su Hijo.
B. El amor de Dios puso el sello: Perdonada
en nuestra deuda de pecado al transferir el pago por nuestra deuda de pecado a
su Hijo.
C. La justicia de Dios puso el sello:
Sin solución en nuestra deuda de pecado, y no dejó manera alguna de hallar el
perdón.
Por tanto, vemos que no pudo haber sido
solo amor, o solo justicia. Por consiguiente, Dios hizo lo único que podría
haber hecho, es decir, actuar de acuerdo con su amor y su justicia, y enviar a
su único y perfecto Hijo, Jesús, a este mundo, con el objeto de encargarse de
la deuda de nuestro pecado y liquidarla por completo.
La decisión de Dios de depositar dicho
pago sobre su propio Hijo se debió a que tenía que pagarse un precio por
nuestro pecado, aunque también fue una expresión de amor que el mismo Dios
pagara ese precio a favor nuestro.
Evidentemente, nuestra deuda de pecado
nos dejó en un aprieto terrible. Teníamos una deuda sin posibilidad de pagarla
nosotros mismos. Sin embargo, la Buena Nueva de la Escritura es que Dios ya
pagó el precio por nosotros. 1 Corintios
6:10 al 20; 7:22 al 24. Si usted pasa por alto este punto, ha pasado por alto
lo esencial de la Biblia.
¡Felicidades! Usted acaba de finalizar
el primer ciclo de estudio completo. ¡Su
dedicación constante es verdaderamente una realización! A medida que continúe
con su dedicación a lo largo de todo el segundo ciclo, mi oración es que cada
vez que usted esté frente a su computadora para trabajar en una lección, Dios
le hable de una forma real, oportuna y sorprendente. Espero con ilusión
continuar con este viaje junto a usted en el inicio de este emocionante segundo
ciclo: Cómo saber lo que usted cree.
Tarea
Antes de avanzar al segundo ciclo, usted
debe dedicar algún tiempo a reflexionar seriamente sobre las cosas que hemos
aprendido en este ciclo. Utilice su diario a medida que va consolidando dichas
cosas en su mente. De la mejor forma posible y estrictamente de memoria,
complete las siguientes oraciones:
1. Yo
sé que Dios me ama así no más como soy, porque...
2. Sé
que he sido perdonado, porque...
3. Sé
que he sido redimido, porque...
4. Sé
que he sido reconciliado, porque...
5. Sé
que he sido justificado, porque...
6. Sé
que he sido glorificado, porque...
7. Sé
que he sido hecho conforme a su imagen, porque...
8. Dios
es...
9. Jesús
es...
10. El
Espíritu Santo es...
Nos vemos la próxima Semana.
Bendiciones y hasta pronto
No hay comentarios:
Publicar un comentario